Repito hacia mis adentros: "no importa", "no vale la pena", "ya pasará"; y tengo razón. Pero, cuanto mas te trato de olvidar, mas pareces reportar memorias agradables que no tiene piedad al apuñalar al animal herido del querer, al hombre ebrio que grita amores, al gitano alegre que canta aventuras y al pensador infalible que no hace mas que lamentar su condición de conciencia donde nada es oculto.
¿Qué sentirán los humanos mortales inferiores sin capacidad ni deseo de superioridad al estrujarseles las entrañas por una mujer ingrata? -preguntó orgulloso el hiperbóreo astral que residía dentro de él. ¿Qué sentirá ella que parece tan infalible, como todo aquel que juega? -preguntó el ingenuo, confianzudo y social humano que parecía no poder ser dominado ni por la mente, ni por el corazón latiendo.
Nostalgia, ese será tu nombre de ideal. Nostalgia.
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