La incertidumbre me tortura, pero es esta misma la que me motiva a continuar en busca de mi futuro. Un futuro mejor que en realidad nunca llegara. La claridad me golpea como un ladrillo invisible proveniente de la niebla formada por mis propias dudas e inseguridades. Todo se vuelve claro y realmente simple cuando mi mente se logra abstraer; pero cada vez que me logro acercar a la serenidad y la paz, el caudal de un río me detiene. Como todo río este termina desembocando y como de esperarse, me ahogo en un mar de mis propias mentiras y engaños.
El momento parece eterno, me preparo para el descenso final, pero la vida es injusta y no concede descanso al que no lo merece. Repudio la idea de dejar mi vida y mis problemas atrás, puesto que significaría un nuevo inicio y he trabajado mucho para arruinar esta vida en la menor manera posible como para querer pasar por todo de nuevo.
Mi vida acabo el día en que te conocí. Ese fue el día en que obtuve un propósito, ese fue el maldito día en que mi vida obtuvo sentido. Fue el día en que me di cuenta que tan miserable había sido tanto tiempo mi vida. Extraño la ignorancia, añoro los tiempos donde mis acciones no importaban ya que hacia lo que me hacia feliz, aunque en el fondo estuviera vacío. Desde ese día conocí lo que era estar incompleto.
Una existencia vacía y sin propósito es mucho mejor a la tortura de saber que sin estar a tu lado y ser parte de ti nunca podré ser feliz. Es aquí donde viene la ironía de la vida:
Ya que siempre repudie cualquier cosa que me provocara confrontación, y ahora el simple hecho de quererte sin poder tenerte causa una revuelta tal entre mi corazo y mi mente que me provoca un enfrentamiento ante alguien con el que nunca podré salir victorioso. Este antagónico alguien se trata de mi mismo y mi deseo de regresar a ser el ignorante y vacío ser que era antes; a oposición de esta persona miserable por el conocimiento adquirido en la que me he convertido. Rezo por mala memoria todas las noches a un dios en el que ni siquiera creo, esperando que un milagro que se que es imposible tome lugar. Pero acaso no es esa la esencia de la fe? El no querer ver la realidad tal como es me convierte en una mala persona o solamente me convierte en uno más del montón?
